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5 grandes momentos de la arqueología mexicana

Superiberia

REGIÓN.- Nuestro País es rico en cultura, es por ello que en determinadas zonas se pueden hallar vestigios arqueológicos que nos muestran parte de nuestra historia.

1.- Calendario Azteca

El 17 de diciembre de 1791 fue descubierta la Piedra del Sol o más conocida como Calendario Azteca, durante los trabajos de nivelación a un costado de la Plaza Mayor del Centro Histórico.

Hace 222 años fue encontrado este disco de basalto con inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y cultos solares.

Es una de las piezas monumentales más representativas de la civilización azteca, se trata de un disco de piedra basáltica de 3.60 metros de diámetro y 122 centímetros de grosor, con un peso de más de 24 toneladas.

2.-La cabeza Olmeca

Las cabezas colosales son rasgos distintivos de la civilización Olmeca de la antigua Mesoamérica. Las primeras investigaciones arqueológicas de esta cultura fueron llevadas a cabo por Matthew Stirling en Tres Zapotes en 1938, estimuladas por el hallazgo de una cabeza colosal en el siglo XIX. 

Hasta la actualidad, se ha confirmado la existencia de 17 cabezas de piedra, todas dentro del corazón Olmeca en la Costa del Golfo de México, sobre todo en los estados de Veracruz y Tabasco.

3.-Coyolxauhqui

La madrugada del 21 de febrero de 1978, trabajadores de la (hoy extinta) Compañía de Luz y Fuerza del Centro reportaron el hallazgo (en la esquina que por aquel tiempo conformaban las calles de Guatemala y Argentina, en el Centro Histórico de la Ciudad de México), de un extraño monolito. Su misterioso relieve -apenas liberado-, parecía advertir que se trataba de un monumento de la época prehispánica.

Hasta ese lugar se reportaron arqueólogos del INAH, enviados por la Oficina de Salvamento Arqueológico, que acudieron al desesperado llamado de los electricistas.

“Se trataba de Coyol-xauhqui”, mencionó el arqueólogo Felipe Solís (q.e.p.d.), quien formaba parte de aquella cuadrilla de especialistas que se encargó de validar e identificar el misterioso monumento.

4.- Tumba de Pakal

Considerado el monumento funerario más importante de Mesoamérica, la tumba del gobernante maya Pakal, descubierta en el interior del Templo de las Inscripciones, en Palenque, Chiapas, fue descubierta en 1952.

En la lápida que cubrió el sarcófago de K’inich Janaa’b Pakal I, gobernante de Palenque de 615 a 683 d. C., se grabó el descenso de su alma, después de muerto, al inframundo, lugar en donde renacería para ascender al cielo. Sarcófago y tapa están en una construcción en el interior del Templo de las Inscripciones; en ese lugar al que se llega por una serpenteante escalera, los mayas de Palenque depositaron el cuerpo del Rey el 28 de agosto de 683 d. C. y ahí permanecería, lujosamente ataviado con su ajuar funerario.

Hasta que en 1952 fue visto nuevamente por un equipo al mando del afamado arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier.

5.- La Tumba de la Reina Roja

La tumba de la Reina Roja de Palenque se localiza en esta ciudad prehispánica, en el estado de Chiapas, la cual estuvo habitada del año 100 a. C. al 900 d. C., dicha metrópoli fue descubierta en 1784, después de más de 800 años de permanecer en el olvido.

Los hallazgos más sorprendentes ocurrieron en 1952, cuando el arqueólogo Alberto Ruz Lhuiller descubrió la tumba de Pakal, uno de los gobernantes más importantes de este lugar, en el interior del Templo de las Inscripciones y el registrado en 1994 cuando el arqueólogo Arnoldo González descubrió la tumba de la Reina Roja, posible madre o esposa de dicho soberano maya. El sarcófago de La Reina Roja no contaba con alguna inscripción que anunciara su nombre.

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