AGENCIA
Nacional.- La renuncia del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, ha generado una ola de sospechas en el escenario político nacional, particularmente porque ocurre en un momento en que la Cuarta Transformación enfrenta señalamientos graves por casos relacionados con el huachicol fiscal. Uno de los expedientes que más presiona al gobierno es el que involucra a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco y presunto líder del grupo delictivo conocido como ‘La Barredora’, cuya situación ha puesto en la mira al senador y coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López.
De acuerdo con el periodista Víctor Hugo Arteaga, la salida de Gertz dista de ser una renuncia voluntaria. Señala que el fiscal habría sido presionado por Adán Augusto, luego de un hecho inusual: pese a contar con una orden de aprehensión vigente, la FGR no ha detenido a Bermúdez Requena.
La orden de captura, emitida el 17 de septiembre de este año dentro de la causa penal 386/2025 por un juez federal en Almoloya de Juárez, acusa a Bermúdez de delincuencia organizada con fines de cometer delitos contra la salud, acopio y tráfico de armas, secuestro y delitos en materia de hidrocarburos. A pesar de la gravedad de los señalamientos, Arteaga destaca que la FGR no ejecutó la orden ni siquiera después de que Bermúdez fue extraditado de Paraguay y entregado a las autoridades mexicanas.
El exfuncionario fue formalmente arrestado, pero por delitos del fuero común —extorsión, secuestro y asociación delictuosa— ordenados por un juez de Tabasco, y fue ingresado al penal federal del Altiplano. Para el periodista, resulta inexplicable que la Fiscalía no haya procedido a cumplimentar la orden federal, considerando que el acusado ya se encuentra recluido en un penal de máxima seguridad. Además, aunque existe una suspensión definitiva promovida por su defensa, esta no impide su detención, como se detalla en el documento judicial.
“Todas las autoridades saben dónde está recluido Bermúdez Requena, entonces ¿por qué no han querido ejecutarle la orden?”, cuestiona Arteaga, apuntando a una posible protección política.
¿Una operación entre AMLO y Adán Augusto?
La aprobación en el Senado de la salida de Gertz Manero —respaldada por la mayoría de Morena— ha sido interpretada por algunos analistas como un indicador del peso político que aún conserva Adán Augusto López. Su reciente reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional incrementó las especulaciones sobre su participación en el relevo de la Fiscalía.
Arteaga también vincula estos movimientos con la reaparición pública del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que saldría de su retiro si observa amenazas a la estabilidad política del país. En su lectura, la salida de Gertz fue resultado de una operación política conjunta entre AMLO y Adán Augusto para remover a un fiscal que representaba un riesgo, particularmente por su cercanía con investigaciones vinculadas a Bermúdez Requena, con quien Adán tuvo relación durante su periodo como gobernador de Tabasco.
Según esta interpretación, la renuncia del fiscal no fue un trámite institucional, sino una jugada política para cerrarle el paso a implicaciones mayores dentro del caso del exsecretario tabasqueño y para reacomodar fuerzas dentro del movimiento oficialista.
