De la redacción
El Buen Tono
La mañana en la autopista Monterrey–Reynosa se tiñó nuevamente de violencia. En Los Ramones, Nuevo León, hombres armados despojaron a agentes de la Fiscalía de un vehículo tipo MG, dejando en evidencia que ni los cuerpos oficiales están fuera de peligro.
Casi al mismo tiempo, se reportó a una persona lesionada por arma de fuego, sumando otra escena de violencia al ya deteriorado panorama de la región. En General Bravo, familias que circulaban hacia sus destinos se encontraron con la misma situación que se repite: automóviles detenidos, robados con total calma y sin oposición, mientras los conductores alertaban a otros sobre los puntos de riesgo.
Del lado oficial, los mensajes de siempre: “extremar precauciones” y “evitar la zona”, advertencias que cada vez suenan más a resignación. Cuando el crimen se mueve a plena mañana sin resistencia, queda claro quién tiene el control de la autopista… y no son las autoridades.


