Agencias
México.- Una investigación ha revelado que los hijos de Ricardo Aldana Prieto, líder del poderoso Sindicato de Trabajeros Petroleros de la República Mexicana (STPRM), obtuvieron contratos por 1,614 millones de pesos de dependencias federales en menos de un año. Ricardo y Luis Antonio Aldana Patrón vendieron diésel principalmente a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a través de un complejo entramado empresarial que simulaba competencia y ocultaba su identidad. El corazón de la operación fue un contrato de asociación con la empresa Gas Azul de Nogales, que les permitió ejecutar 42 adjudicaciones directas con la Sedena, por 1,557 millones de pesos, para proyectos como el Tramo 7 del Tren Maya y una unidad habitacional militar.
Esta red familiar, que incluye al menos cuatro empresas donde también figuran su madre y un primo, también operó en el IMSS. Allí, los Aldana perfeccionaron el mecanismo: hicieron competir entre sí a sus propias firmas en licitaciones públicas para ganar contratos de suministro de combustible. Este enriquecimiento contrasta con la profunda crisis que atraviesa el STPRM, donde el padre de los empresarios, Ricardo Aldana, es señalado por la base trabajadora por haber firmado un contrato colectivo que elimina derechos históricos de jubilación. El caso expone un aparente conflicto de interés y tráfico de influencias, donde la posición de poder en la paraestatal se tradujo en multimillonarios beneficios privados, mientras se erosionan las condiciones laborales de los petroleros.


