De la Redacción
El Buen Tono
El ponche de frutas no es solo un símbolo de la temporada navideña en México, sino que también ha conquistado paladares en distintas partes del mundo. Su encanto radica en la posibilidad de prepararlo en casa y personalizarlo con los ingredientes que cada familia prefiera. Tradicionalmente se disfruta durante las posadas, que celebran los nueve días previos a la Navidad, e incluso en las pre-posadas.
El nombre tiene raíces curiosas: proviene del hindi “pãc”, que significa cinco, haciendo referencia a los cinco ingredientes originales: aguardiente de vino de palma, azúcar, limón, agua y té. Con su llegada a Inglaterra, se transformó en “punch” y se popularizó internacionalmente.
Esta bebida aromática combina frutas como manzana, guayaba, tejocote, tamarindo, caña de azúcar y jamaica, que no solo le aportan sabor, sino también propiedades nutritivas. Se sirve caliente en jarrones de barro, acompañado de las frutas, y en algunas regiones se le agrega el famoso “piquete”: un toque de tequila, whisky, ron, brandy o bebidas locales como mezcal o charanda.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) destaca que estas frutas generaron en 2016 un valor de 6,748.9 millones de pesos, mostrando la relevancia económica de esta tradición que calienta mesas y corazones cada temporada.


