Sandra González
EL BUEN TONO
Orizaba, Ver.- El nombramiento de Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre como nueva titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) reactivó las demandas de un viraje real en la atención a mujeres víctimas de violencia. Desde el colectivo Marea Verde de las Altas Montañas, su integrante Luz María Reyes Huerta urgió a que la nueva fiscala ejerza un liderazgo cercano, empático y transformador, capaz de revertir prácticas institucionales que por años han perjudicado a quienes buscan justicia.
Reyes Huerta recordó que la salida de Verónica Hernández Giadáns era un movimiento que se anticipaba y que finalmente se concretó este lunes 8 de diciembre, cuando presentó su renuncia. Sin embargo, señaló que su paso por la FGE dejó “poco o ningún avance sustantivo” para las mujeres, un saldo que obliga -dijo- a que el relevo no sea sólo administrativo sino de fondo.


