De la redacción
El Buen Tono
Orizaba, Ver.- En Orizaba, la corrupción no se combate: se legitima desde el poder. Este sábado 13 de diciembre, el Ayuntamiento otorgó el reconocimiento de ciudadano distinguido a Fernando Miranda Flores, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), un funcionario señalado por avalar obras que han alterado y dañado el centro histórico de la ciudad, en abierta contradicción con su obligación legal de proteger el patrimonio cultural.
Lejos de desempeñar una función de vigilancia y conservación, Miranda Flores ha aprobado sistemáticamente intervenciones que favorecen intereses políticos y privados, permitiendo modificaciones en inmuebles históricos cuya preservación está protegida por la ley federal. En lugar de frenar abusos, el INAH en Orizaba ha operado como una oficina de trámite para legalizar lo ilegal.


