De la redacción
El Buen Tono
Toluca, Estado de México.- La euforia por el bicampeonato del Toluca se vivió a lo grande durante el desfile de los Diablos Rojos por las calles de la capital mexiquense, donde Alexis Vega se robó reflectores al mostrar un tigre de peluche frente a los aficionados, en alusión al triunfo en la Final ante Tigres.
El delantero escarlata llevaba una cerveza en una mano y el peluche en la otra, el cual balanceó en repetidas ocasiones hasta lanzarlo a los seguidores que se encontraban a un costado del autobús descapotable de dos pisos. La escena provocó risas entre sus compañeros y desató la ovación de la afición que acompañó al equipo durante el recorrido.
Vega y el portugués Paulinho fueron los más ovacionados por las centenas de personas que se reunieron para aclamar al Toluca, que consiguió el bicampeonato y el título número 12 de su historia en una final que se definió en muerte súbita. Como ocurrió seis meses atrás tras vencer al América, el plantel recorrió las principales avenidas del Estado de México mostrando el trofeo a su gente.
El atacante mexicano, de 28 años, tuvo un papel clave pese a llegar con molestias musculares, ya que ingresó al minuto 77 de la Final, disputó el tiempo extra y cobró de manera impecable sus dos turnos en la tanda de penaltis, contribuyendo de forma directa al campeonato.
Durante el arranque del desfile, Alexis Vega acunó la copa, la levantó y saltó al ritmo del clásico “¡Diablos, Diablos!”, antes de cederla a Paulinho. Posteriormente se quitó la camiseta para mostrar el tatuaje de una victoria alada en su espalda, mientras repartía cervezas entre los aficionados que se acercaban al autobús.
Paulinho también disfrutó del momento. Con camiseta escarlata, el tres veces máximo goleador de la Liga MX sonrió ante los constantes cánticos de “¡Paulinho, Paulinho!”, grabó la celebración con su teléfono y compartió la fiesta con una cerveza en mano, en medio de la marea roja que inundó las calles.
Banderas, cuernos, diablos y peluches acompañaron durante varios kilómetros al autobús del Toluca, que paseó con orgullo el trofeo ante una afición que celebró sin descanso el histórico bicampeonato de los Diablos Rojos.


