DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
Río Blanco.- El presidente municipal de Río Blanco, Ricardo Pérez García, afronta cuestionamientos por su actuación ante el robo registrado en las oficinas de Parques y Jardines del ayuntamiento, donde fueron sustraídas desmalezadoras, sopladoras y equipo para el mantenimiento de áreas verdes, bienes pertenecientes a la ciudadanía.
Lejos de asumir su responsabilidad constitucional como encargado de la seguridad pública, Pérez García recurrió a un discurso de victimización y evasión. Con frases como “están pasando cosas atípicas” y “están esforzándose para que salgamos por la puerta de atrás”, intentó deslindarse del hecho, mientras señalaba a supuestos detractores políticos sin aportar evidencia alguna.
El reconocimiento oficial del robo se produjo casi 15 días después de que el hecho se difundiera en redes sociales. Según detalló el alcalde, los responsables abrieron un boquete en una pared para acceder directamente al área de resguardo del equipo, lo que apunta a un robo planeado y con conocimiento previo de la distribución del inmueble. Hasta el momento no se conocen responsables ni avances en la investigación.
Además, Pérez García admitió que no se tiene un monto estimado del daño económico y que la denuncia carece de datos verificables, ya que no especificó la instancia ante la cual se presentó ni el número de carpeta de investigación.
El alcalde también reconoció que este robo no ha sido un hecho aislado, afirmando: “Estos y otros más que no les puedo decir”, confirmando la existencia de otros incidentes que su administración no ha hecho públicos.
La realidad es contundente: la seguridad municipal recae directamente en el alcalde, y la omisión, la falta de prevención y la ausencia de información transparente evidencian un gobierno rebasado y sin capacidad de respuesta, incluso frente a delitos cometidos dentro de sus propias oficinas.
