Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Mientras la ciudad se ilumina con adornos navideños y el consumo marca el pulso de diciembre, hay quienes viven estas fechas en una banca de hospital, con el cansancio acumulado y la incertidumbre como compañía. Para ellos, el voluntariado “Hoy por ti, mañana por mí” ha convertido la empatía en acción concreta.
Desde hace cinco años, este grupo recorre el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, el Hospital Regional de Río Blanco y la clínica-hospital del ISSSTE, llevando algo más que alimentos: llevan presencia, alivio y acompañamiento a familiares de pacientes que, en muchos casos, llegaron desde comunidades como La Perla o pasan la noche afuera de los hospitales, vendiendo productos de temporada o esperando noticias médicas.
El apoyo se traduce en un platillo caliente -tamalitos, pambazos, café, ponche o atole-, pero también en gestos que dignifican. En años anteriores han entregado frazadas y el “kit del enfermo”, paquetes con pañales, toallitas, gel antibacterial, jabón, cepillo y pasta dental, artículos básicos que suelen faltar cuando la hospitalización se prolonga y los recursos se agotan.
El 23 de diciembre, la ayuda adquiere un tono aún más simbólico. Integrantes del voluntariado se disfrazan de Santa Claus, el Grinch, elfos o botargas navideñas para ingresar a las áreas de oncología infantil y de adultos. A los niños, que por indicación médica no pueden recibir alimentos, se les entrega un juguete; a sus padres se les pide bajar para recibir el platillo. El 30 de diciembre, la temática será la de los Reyes Magos, anticipando esperanza antes de cerrar el año.
Juan Pablo, uno de los organizadores, explicó que el voluntariado se ha caracterizado por no pedir dinero directamente, para evitar malas interpretaciones. Por ello, solicitan víveres: frijol, jitomate, cebolla, cilantro, manteca, pechuga de pollo, hoja de tamal, pan de dulce, azúcar, café, manzana, tejocote, leche, carbón, servilletas y todos los insumos necesarios para preparar y servir alimentos frescos.
Sin embargo, reconoció que la realidad obliga a ser honestos: cuando las donaciones no alcanzan o llegan incompletas, es necesario comprar lo que falta y cubrir gastos básicos como gasolina para la unidad que reparte los insumos. Por ello, han salido a cantar la tradicional rama en el centro de Orizaba, del Parque Castillo a la calle Real, de 18:30 a 20:00 horas, buscando reunir al menos 500 pesos por jornada. La actividad se realizó el miércoles, sin embargo, se repetirá este jueves 18 de diciembre, en el mismo horario y zona.
“Quinientos platillos se escuchan fácil, pero no lo son”, admite Juan Pablo. Detrás de cada comida hay organización, tiempo, desgaste físico y una convicción que no se negocia: acompañar a quienes atraviesan uno de los momentos más duros de su vida y con esto no están solos.
El voluntariado “Hoy por ti, mañana por mí” vuelve a tocar puertas, incluida la de medios que les abrieron espacio sin costo alguno, con la esperanza de que la solidaridad siga creciendo. Su trabajo puede conocerse en la página de Facebook “Voluntariado Hoy por ti mañana por mí” o a través del teléfono 272 214 2632, contacto directo con Juan Pablo.


