DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
Orizaba.- Con recursos municipales y ante unos 3,500 asistentes —capacidad total del Auditorio Metropolitano—, el presidente municipal Juan Manuel Diez Francos convirtió su cuarto informe de gobierno en el lanzamiento de su libro personal. Los ejemplares se distribuyeron de manera generalizada, aunque la administración no ha informado si el costo de impresión y distribución fue cubierto por el alcalde o con fondos públicos.
En la publicación, el edil dedica las primeras páginas a su “Decálogo Municipal”. El segundo punto establece: “La honradez no es una virtud, es una obligación. Por eso, al que robe o permita que roben no sólo lo voy a correr, también lo voy a meter a la cárcel”. Más adelante, el autor asegura cumplir cabalmente ese decálogo “para lograr el beneficio de la población de Orizaba”, a la que denomina “nuestra patria chica”, expresión que algunos críticos consideran refleja más su identificación con ascendencia española que un arraigo local profundo.
El contraste entre discurso y hechos
Este compromiso declarado contrasta con decisiones concretas de su gobierno. Diez Francos ha mantenido y protegido políticamente a dos coordinadores de su administración señalados por graves irregularidades.
Mauricio Rafael Sosa García, coordinador de la Policía Municipal, se apropió del botín de un asalto a una farmacia por 80 mil pesos. El alcalde decidió no removerlo debido a que sería “el cuarto relevo” al frente de la corporación, después de dos mandos de la Marina y otro militar.
Fernando Trueba Coll, coordinador de Comercio, ha sido señalado por comerciantes del mercado Emiliano Zapata, encabezados por la lideresa social Tomasa López Peralta, de lucrar con espacios públicos y buscar desestabilizar el lugar.
Un libro que omite temas clave
La publicación evita abordar asuntos controvertidos de su gestión. No detalla el costo de obras públicas ni explica la adquisición del Centro de Convenciones Orizaba (Coco), proceso marcado por desalojos y “argucias legales”, así como por presuntos sobornos a funcionarios judiciales.
Tampoco menciona cómo la pareja del alcalde adquirió, mediante información privilegiada y a través de una constructora, un inmueble donde se construye un hotel que se ha beneficiado de obras de mejoramiento urbano en la calle circundante.
El libro tampoco aborda el abandono de colonias como Palmeras, donde 250 vecinos solicitaron la rehabilitación de calles sin respuesta, ni de Moctezuma y Dante Delgado, donde unos 100 habitantes llevan años pidiendo la reparación de muros de gavión con apoyo de la CONAGUA.
Al cierre del evento, quedó la incógnita de quién financió la impresión del libro.


