AGENCIA
Bruselas.- Europa tendrá que volver a entablar conversaciones directas con el presidente ruso, Vladimir Putin, si fracasan los últimos esfuerzos encabezados por Estados Unidos para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania, advirtió este viernes el presidente francés, Emmanuel Macron.
Las declaraciones reflejan el malestar creciente entre los líderes europeos, quienes observan con recelo las ambiciones militares de Moscú y, al mismo tiempo, su marginación de las negociaciones impulsadas por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump. Mientras Washington encabeza los contactos con Rusia, la Unión Europea ha quedado relegada a respaldar a Ucrania desde un segundo plano.
“O se alcanza una paz sólida y duradera, con las garantías de seguridad necesarias, o tendremos que encontrar en las próximas semanas la manera de que los europeos vuelvan a entablar un diálogo pleno con Rusia, y con total transparencia”, afirmó Macron ante la prensa en Bruselas.
El pronunciamiento se dio después de que los líderes de la UE acordaran financiar a Ucrania mediante un préstamo de 90 mil millones de euros, respaldado por el propio presupuesto comunitario, luego de que las divisiones internas impidieran utilizar los activos rusos congelados como garantía.
Macron sostuvo que Europa no puede permitirse carecer de una línea directa con Moscú mientras Estados Unidos sí la mantiene. Este fin de semana, representantes estadounidenses tienen previsto reunirse con negociadores rusos en Miami, en un nuevo intento por avanzar hacia un posible entendimiento.
Desde la invasión rusa a Ucrania, la mayoría de los países de la UE —con excepción de Hungría y Eslovaquia— suspendieron sus contactos con el Kremlin. El propio Macron mantuvo en julio una llamada telefónica de dos horas con Putin, la primera en tres años, en la que pidió un alto el fuego, aunque sin resultados visibles en el conflicto.
El presidente francés advirtió que, de no establecer un marco europeo para retomar el diálogo con Rusia, el bloque corre el riesgo de quedar aislado y depender de negociadores externos que sí mantienen comunicación directa con Moscú.
En paralelo, algunos líderes comunitarios reconocen que resulta cada vez más difícil sostener el respaldo interno a la guerra en Ucrania. Aunque en Bruselas existe consenso en evitar que Kiev enfrente una crisis financiera el próximo año, persisten desacuerdos sobre el costo político y económico de mantener el apoyo militar y financiero.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, señaló que el acuerdo alcanzado demuestra que Europa puede actuar cuando es necesario, pero admitió que varios gobiernos enfrentan una presión política creciente en sus países.
“Esto es lo que espera Putin: una combinación de fatiga bélica y guerra híbrida que genere incertidumbre e inseguridad en nuestras sociedades”, advirtió tras la cumbre.
