Adriana Estrada
El Buen Tono
Río Blanco.- Un conflicto entre comerciantes y autoridades del Hospital Regional de Río Blanco se intensificó ayer debido a la instalación de una caseta comercial en un área verde perteneciente al nosocomio, hecho del que los directivos aseguraron no haber sido notificados, situación que generó una confrontación con el alcalde Ricardo Pérez García durante la sesión de cabildo.
El incidente se registró alrededor de las 10:00 horas, cuando representantes del hospital, incluyendo al director y su asesor jurídico, acudieron al Palacio Municipal para esclarecer la situación, pero les fue negada la entrada; según testigos, el alcalde les indicó que el conflicto debía resolverse directamente entre los comerciantes y el hospital, postura que contradice la versión de la dependencia de salud, que sostiene que nunca fue consultada oficialmente, un procedimiento que, de manera ordinaria, requiere la autorización de la dirección del hospital y, en su caso, de Seguridad Pública.
El conflicto se originó porque la vendedora que pretende instalar la caseta había dejado de laborar en la zona hace seis años y, durante la pandemia, los puestos se reubicaron; ahora que le devolvieron su caseta, los demás expendedores argumentan que debería colocarse en su ubicación original, al lado del puente, y no en el área verde cercana al carril de aceleración hacia la autopista, donde se estacionan las ambulancias, ya que representa un riesgo para la seguridad de clientes, conductores y el tránsito expedito de los vehículos de emergencia.
La situación provocó que comerciantes y taxistas responsabilizaran al alcalde de cualquier incidente o enfrentamiento futuro, criticando además su historial de evasión ante conflictos durante los cuatro años de su gestión, especialmente frente a ordenes de jueces o situaciones que requieren mediación, lo que genera dudas sobre la gobernabilidad del municipio en los días finales de su administración.
Carlos Alberto, líder de un sitio de taxis, destacó que cualquier obstrucción en esa zona ha provocado percances anteriormente, por lo que mantener el área despejada es vital para la seguridad de todos, mientras los afectados insistieron en que la negativa del alcalde a intervenir refleja incapacidad y falta de voluntad para mediar en un conflicto que involucra un servicio esencial como el hospital, dejando en evidencia un patrón de evasión de responsabilidades que preocupa a la comunidad.
