De la redacción
El Buen Tono
Un equipo de futbol infantil protagonizó uno de los cierres de temporada más emotivos en un torneo barrial de Argentina, luego de llevar el trofeo de campeón hasta la casa de un compañero que dejó de jugar tras ser diagnosticado con cáncer, para celebrar juntos afuera de su hogar.
La historia ocurrió en Florencio Varela, Buenos Aires, y fue difundida por la prensa argentina. El protagonista es Bruno, un niño de ocho años que formaba parte del equipo Vecinos Unidos y que tuvo que abandonar la cancha luego de enfermar de leucemia. Desde entonces, sus compañeros no volvieron a verlo jugar, pero nunca lo sacaron del equipo.
En entrevista con el portal TN, el entrenador José “Cuche” Caggiano relató que todo comenzó a principios de mayo, cuando Bruno se sintió mal antes de un partido. Al notar su estado de salud, su familia lo llevó a urgencias, donde tras varios estudios fue internado y diagnosticado con leucemia.
El menor inició un tratamiento de quimioterapia y, hace dos meses, recibió un trasplante de médula. El donante fue su propio hermano de seis años, con una compatibilidad del 99.9 por ciento, lo que representó una esperanza clave en su proceso de recuperación.
Mientras Bruno luchaba contra la enfermedad, Vecinos Unidos continuó su camino en el torneo y logró coronarse campeón. Sin embargo, el título no estuvo completo sin su compañero. Por ello, el entrenador propuso llevar la copa hasta su casa como homenaje.
La respuesta de los niños fue inmediata. Con apenas ocho años, todos aceptaron con entusiasmo compartir el trofeo con Bruno. Organizados, llevaron la copa hasta su domicilio, se la entregaron y le dedicaron el campeonato en un momento cargado de emoción.
El gesto quedó registrado en un video que se volvió viral en redes sociales, generando miles de mensajes de apoyo y reconocimiento por la sensibilidad y solidaridad demostrada por los pequeños futbolistas, quienes dejaron claro que el compañerismo también se juega fuera de la cancha.
