AGENCIA
Nacional.- El robo de combustible, conocido como huachicol, se ha consolidado como una de las actividades ilícitas más rentables para el crimen organizado en México, al grado de operar abiertamente y con amplias redes que involucran a autoridades, grupos criminales y empresas para el transporte y comercialización del hidrocarburo robado.
Lejos de tratarse de una práctica clandestina, la ordeña ilegal de ductos y la carga de combustible sustraído ocurren incluso a plena luz del día. Imágenes captadas por Google Street View muestran escenas en las que personas utilizan mangueras y cubetas para extraer hidrocarburo sin aparente temor a ser observadas por la población o por las autoridades. En algunas de estas fotografías también se aprecia la venta de huachicol a pie de carretera.
Una investigación del diario británico Financial Times documentó estas evidencias visuales y expuso la dimensión del fenómeno. De acuerdo con el medio, entre el 16 y el 27 por ciento (%) del consumo anual de gasolina y diésel en México durante los últimos cinco años proviene de combustible obtenido de manera ilícita.
Estas cifras representan entre 172 mil y 290 mil barriles diarios, con un valor estimado de venta que oscila entre 12 mil y 21 mil millones de dólares al año. El impacto es tal que, según el mismo reporte, hasta uno de cada cuatro vehículos en el país podría estar funcionando con combustible robado o de contrabando.
El problema se acentúa en algunas entidades. En estados como Nuevo León y Zacatecas, el consumo de combustible de origen ilegal supera el 40 por ciento en lo que va del año, según datos de FuelPricing citados por el Financial Times. En general, las regiones norte y centro del país concentran la mayor demanda de huachicol y combustible contrabandeado.
El alcance del negocio no se limita al territorio nacional. La Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha señalado que grupos delictivos mexicanos como el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa encabezan operaciones de contrabando de combustible robado hacia ese país, particularmente a Texas, donde el huachicol es transportado bajo la etiqueta de “aceite usado”.
Para las autoridades estadounidenses, esta actividad se ha convertido en la principal fuente de ingresos del crimen organizado que no está vinculada directamente con el tráfico de drogas, lo que evidencia la magnitud de un negocio ilegal que opera con impunidad, a la vista de todos y con consecuencias millonarias para el país.
Pues con razón Pemex está en quiebra, todo se lo están robando, ¿en serio alguien creé que altos funcionarios no están involucrados en esto? ¡Se están volviendo millonarios!
El huachicol fiscal es la nueva forma de Morena para enriquecerse con impunidad, creado por
AMLO y sus huestes criminales.


