Decreto presidencial extingue FONATUR Tren Maya y transfiere todos los derechos y obligaciones al mando militar para “blindar la infraestructura nacional”
Agencias
CIUDAD DE MÉXICO. — El Gobierno de México completó la transición administrativa más importante del sector transporte en décadas. Mediante un decreto firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se oficializó la extinción de FONATUR Tren Maya y la transferencia integral de todos sus derechos y obligaciones a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con el objetivo estratégico de blindar la infraestructura nacional y garantizar su operación con seguridad, transparencia y rentabilidad a largo plazo.
UN MOVIMIENTO ESTRATÉGICO PARA LA SOBERANÍA
Este movimiento, formalizado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), marca un punto de inflexión en la gestión del proyecto ferroviario más emblemático de la administración. Implica la desaparición de FONATUR Tren Maya como organismo gestor, dejando a la empresa pública Tren Maya, S.A. de C.V., ahora bajo control castrense, como la única entidad responsable de la red de 1,554 kilómetros que conecta cinco estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La transferencia, ratificada por la presidenta Sheinbaum y el titular de la Sedena, Ricardo Trevilla Trejo, busca profesionalizar la gestión operativa. El sistema dejará de ser visto solo como un atractivo turístico para convertirse en un eje logístico fundamental para el traslado de mercancías y apoyos sociales en la región.
METAS 2026-2030: UNA NUEVA ERA PARA EL TRANSPORTE PÚBLICO
Con la administración centralizada en la Defensa, el Tren Maya proyecta una expansión de sus facultades con impactos directos en el servicio:
- CONECTIVIDAD DE CARGA: Se habilitará formalmente el servicio de transporte de carga masiva, permitiendo la movilización estratégica de insumos médicos y alimentos hacia comunidades indígenas aisladas, integrando económicamente a la península.
- SEGURIDAD NACIONAL: El control militar garantiza la protección de la infraestructura ante cualquier intento de privatización futura y refuerza la vigilancia en la frontera sur, unificando seguridad y desarrollo.
- EFICIENCIA OPERATIVA: El proyecto fue incorporado al Plan Nacional de Desarrollo bajo el eje de “Economía Moral”, priorizando una gestión que asegure su viabilidad sin depender de subsidios externos permanentes. La Sedena tiene instrucciones de ofrecer un sistema “seguro e innovador” para 2026.
EL FIN DE UNA ETAPA: LA DISOLUCIÓN DE FONATUR TREN MAYA
La resolución gubernamental instruyó la desincorporación por disolución de FONATUR Tren Maya, S.A. de C.V., la entidad que lideró el desarrollo e inversión inicial desde 2018. Tras concluir la fase de construcción principal, el organismo cederá todos sus bienes, recursos presupuestarios y derechos patrimoniales a la nueva operadora militar. Expertos consultados señalan que la gestión castrense permitirá una ejecución más ágil de mantenimientos y una respuesta inmediata ante incidencias técnicas.
CRÍTICAS Y DEUDA: EL DEBATE TRAS LA DECISIÓN
La transición se da en un contexto de cuestionamientos sobre la rentabilidad del megaproyecto. Analistas económicos han alertado que los subsidios estatales son muy superiores a los ingresos que el Tren Maya puede generar por sí mismo, y que su deuda se ha incrementado. Sin embargo, observadores políticos coinciden en que para el gobierno actual, admitir problemas de fondo en el proyecto equivaldría a reconocer un error del expresidente Andrés Manuel López Obrador, algo que, según estos especialistas, “Claudia Sheinbaum nunca hará”.
EL FUTURO: COLUMNA VERTEBRAL DEL SURESTE
El acuerdo establece que para 2026 el sistema deberá operar bajo una estructura de “calidad y liderazgo”. La visión es clara: consolidar al Tren Maya como la columna vertebral del transporte público y comercial en la península de Yucatán, uniendo la conectividad turística con la logística estratégica y el desarrollo social, todo bajo la supervisión y el resguardo de las Fuerzas Armadas.


