De la Redacción
El Buen Tono
ORIZABA.- A menos de una semana de que las nuevas autoridades municipales rindan protesta, la Policía Municipal de Orizaba vuelve a colocarse en el centro de la polémica por extralimitación de funciones, en una corporación cuyo coordinador, Rafael Sosa García, ha sido señalado previamente por abuso de autoridad y de confianza, sin que hasta ahora exista una rendición de cuentas clara, un relevo o sanciones.
Transportistas denunciaron que elementos de la Policía Municipal realizan funciones que no les corresponden, al intervenir de manera arbitraria unidades del transporte público, particularmente taxis, sin contar con orden, documento oficial o facultad legal alguna. De acuerdo con los señalamientos, los uniformados están deteniendo vehículos sin causa justificada, asumiendo atribuciones que corresponden exclusivamente a la Dirección de Transporte Público del estado.
Un caso concreto ocurrió cuando ocupantes de la patrulla número 134 de la Policía Municipal detuvieron a un taxi en la zona de Ciencias Químicas, pese a que la unidad contaba con su documentación en regla.
Los denunciantes subrayaron que al emplacar un vehículo se cumple con los requisitos legales, por lo que no existe fundamento para que la Policía municipal intervenga.
Esta conducta resulta aún más grave al considerar que en Orizaba existe la Delegación de Transporte Público Región 3, instancia legalmente facultada para regular, supervisar y sancionar al transporte público. La intromisión de la Policía evidencia una actuación fuera del marco legal, particularmente en el tramo final de una administración que está por concluir.
Iván Cortés Gómez, presidente de la asociación civil “Mira por Mí”, advirtió que estas acciones constituyen una violación al artículo 16 de la Constitución, que garantiza el derecho al libre tránsito y prohíbe actos de molestia sin mandato escrito de autoridad competente.
