AGENCIA
Zozocolco de Hidalgo, Ver.- Hace más de dos décadas, Gilberto Ramírez Pérez aceptó un reto que parecía improbable: cultivar canela Ceylán, una especie originaria de Sri Lanka, en las montañas del norte de Veracruz. Hoy, esa decisión no solo transformó su vida, sino también la de decenas de familias campesinas del Pueblo Mágico de Zozocolco de Hidalgo.
Don Gilberto fue uno de los 77 productores beneficiados en 2004 por el programa Diversificación Productiva en Cafetales de Baja Altitud (DIPROCAFÉ), impulsado por la Universidad Veracruzana, que promovió la introducción de esta variedad de canela en la región. Las primeras semillas llegaron ese año y, contra todo pronóstico, lograron adaptarse al clima y a las condiciones del suelo local.
“En aquel tiempo, a cada uno nos dieron más de mil matas. Desde entonces venimos trabajando y produciendo la canela”, recuerda el campesino, quien actualmente vive del cultivo y la comercialización de la canela Ceylán.
Gilberto Ramírez forma parte del colectivo Pioneros de la Canela Ceylán, Senderos del Sabor, integrado por productores que han logrado posicionar su producto y darlo a conocer mediante redes sociales, ferias y exposiciones artesanales, donde muestran el resultado de años de trabajo en el campo.
La canela Ceylán es considerada una de las mejores del mundo por la intensidad de su aroma y la suavidad de su sabor. Además, cuenta con diversas propiedades, entre ellas antioxidantes, antiinflamatorias, digestivas, antifúngicas y antibacterianas, así como beneficios para la regulación de la glucosa, el colesterol y los triglicéridos.
El producto se obtiene de la corteza de los tallos del canelo y se comercializa principalmente en rajas y en polvo, presentaciones que los productores locales ofrecen de manera directa al consumidor.
“Nos ha costado mucho trabajo dar a conocer nuestro producto, pero estos espacios y el apoyo de los medios nos ayudan a que la gente conozca lo que se produce en nuestro pueblo”, señala don Gilberto.
La experiencia de la canela Ceylán en Zozocolco representa un ejemplo de perseverancia campesina y de cómo la colaboración entre instituciones académicas y comunidades rurales puede generar alternativas productivas y nuevas oportunidades de desarrollo económico en regiones históricamente marginadas.
Si quieres, también puedo ajustarlo a un enfoque más económico, turístico o de desarrollo rural.


