Agencias
México.- Recientes investigaciones periodísticas han revelado un controvertido contrato de 15,000 millones de pesos otorgado por el Gobierno de la Cuarta Transformación a la empresa BME Dubstep, anteriormente conocida como Blue Marine, cuestionada desde los sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto. El contrato, para la construcción y operación de un barco durante 10 años, ha generado críticas por la magnitud de la inversión y las conexiones familiares y políticas de los involucrados.
Documentos y reportajes señalan que la empresa está dirigida por Emiliano Pescador Assaf, primo de Daniel Asaf, jefe de ayudantía de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y amigo cercano de este. Además, la firma oficial del contrato en Pemex estuvo a cargo de Javier Núñez López, identificado como cercano a la familia López Obrador y con antecedentes en el liderazgo de Morena en Tabasco. Estas conexiones han generado cuestionamientos sobre posibles conflictos de interés y favoritismo en la asignación de contratos públicos.
Fuentes señalan que durante la negociación del contrato también estuvo presente Daniel Asaf, quien acompañó a Andy López Beltrán en viajes oficiales, lo que refuerza la percepción de una operación bien orquestada con vínculos directos a la familia presidencial. Hasta el momento, no hay confirmación de que el presidente López Obrador estuviera al tanto de las negociaciones, aunque la cercanía de su hijo con los responsables plantea interrogantes sobre transparencia y supervisión en el manejo de recursos públicos.
El caso ha generado un amplio debate en medios y redes sociales sobre la ética en la gestión gubernamental y la necesidad de mayor control y rendición de cuentas en contratos estratégicos que involucran recursos multimillonarios. Especialistas en transparencia señalan que situaciones como esta podrían afectar la confianza ciudadana y poner en cuestionamiento la política de combate a la corrupción promovida por el Gobierno federal.


