De la redacción
El Buen Tono
Cada 31 de diciembre, miles de personas en el mundo se preparan para recibir el nuevo año con prácticas llenas de simbolismo y esperanza. Estas tradiciones buscan atraer prosperidad, buena suerte y oportunidades para los próximos 12 meses.
Entre los más populares está el consumo de las doce uvas, donde se come una uva por cada campanada a medianoche, pidiendo un deseo por cada fruta. Otro ritual que no pasa desapercibido es el uso de ropa interior amarilla, ligada a la energía positiva y la prosperidad económica.
Las lentejas también juegan un papel importante: comer un pequeño plato durante la cena representa riqueza y oportunidades financieras, pues cada legumbre simboliza una moneda. Por otro lado, barrer y ordenar la casa antes de la medianoche ayuda a eliminar malas energías y abrir espacio a nuevas oportunidades.
Finalmente, quienes buscan viajes y nuevas experiencias salen a dar una vuelta con una maleta después de la medianoche, asegurando un año lleno de movimiento y aventuras. Estas prácticas culturales, con raíces profundas en distintas partes del mundo, se han convertido en símbolos de esperanza y buenos deseos para el año que comienza.


