Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Córdoba, Ver.- A escasos días del fin del gobierno de Juan Martínez Flores, el símbolo más visible de su administración se desmorona literalmente. La fachada del Palacio Municipal, renovada hace menos de un año con una inversión de 1.67 millones de pesos, muestra un desgaste prematuro y vergonzoso, con la pintura descarapelándose en grandes secciones.
Este deterioro, que ya llega a las mismas puertas de las oficinas del Ayuntamiento, es la expresión de un gobierno que priorizó los atajos, las alianzas opacas y la simulación sobre la calidad y la transparencia.
Documentos oficiales confirman que el Comité de Obras Públicas, en una decisión que hoy se revela cortoplacista, optó por la propuesta más barata entre tres participantes: Blarma Construcciones, S. de R.L. de C.V., por 1.6 millones de pesos. Esta empresa, cuyos trabajos no superaron el año de duración, tiene vínculos políticos con Marco Antonio Aguilar Yunes, exdiputado federal y exsecretario del Trabajo en el estado, poniendo en evidencia la red de compadrazgo que rigió las adjudicaciones.


