Agencuas
Acayucan, Veracruz.— Una familia originaria de Acayucan se encuentra de luto tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ocurrido el pasado 28 de diciembre, tragedia que cobró la vida de María Antonia Rosales Mendoza, vecina de la colonia Benito Juárez de esta ciudad.
María Antonia era ama de casa y durante varios años se desempeñó como conductora de un taxi de su propiedad, actividad que dejó hace aproximadamente dos años. De acuerdo con información proporcionada por sus familiares, viajaba acompañada de su esposo, Rolando Domínguez Ramírez, y de su hija, Libertad Domínguez Rosales, quienes resultaron lesionados, aunque su estado de salud se reporta estable. Ambos permanecen hospitalizados en Tehuantepec, Oaxaca, bajo observación médica.
La familia había salido de Acayucan el 26 de diciembre con destino a Salina Cruz, Oaxaca, para visitar a una hermana de la hoy fallecida. Como parte de su regreso y con la intención de vivir la experiencia del viaje ferroviario, decidieron abordar el tren de pasajeros del Corredor Interoceánico, con el plan de descender en Coatzacoalcos, Veracruz.
El accidente truncó ese viaje familiar y dejó una profunda consternación entre amigos, vecinos y conocidos de María Antonia Rosales Mendoza, quienes la recuerdan como una mujer trabajadora y dedicada a su familia. Mientras tanto, las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer las causas del descarrilamiento, al tiempo que se multiplican las muestras de solidaridad hacia los deudos de las víctimas.
