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Embarazo adolescente persiste en las Altas Montañas y exhibe fallas estructurales en atención y prevención

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AGENCIA

Regional.- La persistencia del embarazo adolescente en municipios de la región de las Altas Montañas, particularmente en la zona centro del estado y la sierra de Zongolica, continúa siendo una de las expresiones más claras del rezago social y de las deficiencias institucionales para garantizar derechos básicos a niñas y jóvenes. La problemática, lejos de disminuir, sigue afectando de manera directa la salud, la educación y el proyecto de vida de cientos de adolescentes.

De acuerdo con información de World Vision México, en los municipios donde la organización mantiene presencia activa se registra una alta incidencia de embarazos en adolescentes, situación que se agrava por el subregistro de casos en comunidades rurales y por factores sociales que incrementan el riesgo en zonas urbanas. La falta de datos precisos, advierten, contribuye a minimizar un fenómeno que en realidad es mucho más extendido de lo que reflejan las cifras oficiales.

Carolina Herrera Espejo, gerente regional de programas de la organización, señaló que municipios como Córdoba, Rafael Delgado, Tlaquilpa, Mixtla de Altamirano y Tehuipango concentran gran parte de esta problemática en la región de las Altas Montañas. Sin embargo, subrayó que las estadísticas institucionales no alcanzan a dimensionar el impacto real, debido a la ausencia de registros formales en comunidades con limitado acceso a servicios de salud.

En zonas rurales, explicó, muchos embarazos adolescentes no se documentan porque no existe acompañamiento institucional ni atención médica constante. Esta omisión no solo distorsiona los diagnósticos oficiales, sino que retrasa la implementación de políticas públicas focalizadas y eficaces.

En contraste, en áreas urbanas el riesgo se asocia a la falta de supervisión parental, consecuencia de extensas jornadas laborales y condiciones económicas precarias. La ausencia de acompañamiento familiar deja a adolescentes expuestos a contextos de violencia, desinformación y relaciones desiguales, sin redes de apoyo suficientes.

World Vision México ha identificado la prevención del embarazo adolescente como uno de sus ejes prioritarios, al tratarse de una problemática que condiciona de forma permanente el desarrollo personal y social de niñas y jóvenes. No obstante, la organización reconoce que el trabajo con madres y padres de familia sigue siendo uno de los mayores desafíos, pese a la demanda constante del sector educativo para abordar el tema de manera preventiva.

Durante 2025, la organización implementó acciones en municipios de la región centro y de la sierra, enfocadas en crianza positiva, prevención de adicciones y promoción de hábitos saludables. Más de nueve mil madres y padres participaron en procesos de formación sobre crianza con enfoque de cuidado y más de dos mil jóvenes recibieron capacitación en prevención de adicciones y construcción de un plan de vida. Además, adolescentes y jóvenes asistieron a talleres de habilidades para la vida, considerados clave para reducir conductas de riesgo.

En municipios como Mixtla de Altamirano, uno de los más marginados del país, los esfuerzos han permitido algunos avances en bienestar familiar. Sin embargo, los retos estructurales persisten y mantienen a la región atrapada en un ciclo de pobreza, deserción escolar y maternidad temprana.

La organización hizo un llamado a las administraciones municipales entrantes para que asuman el problema como una prioridad y apuesten por el desarrollo productivo de las familias, el fortalecimiento del tejido social y la prevención integral. Sin una intervención de fondo, el embarazo adolescente en las Altas Montañas seguirá siendo una consecuencia previsible de la desigualdad y del abandono institucional.

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