Zongolica.- Con un sueldo de 140 pesos diarios, apoyo de hospedaje en galeras y una estufa para cocinar sus alimentos, varios habitantes del municipio se trasladaron a Baja California Norte, a fin de trabajar durante seis meses en los campos que producen tomate.
Entrevistada al respecto, mientras esperaba el autobús en el que viajaría con sus dos hijos y su esposo, Ana accedió a contar detalles de su viaje.
“Es la cuarta vez que voy a la pizca del jitomate, la necesidad nos hace salir para trabajar y ganar dinero, porque aquí en la Sierra no hay oportunidades”, expresó.
Consideró que a ellos como familia les conviene la oportunidad, debido a que junto con su esposo laboran en los campos, mientras a sus hijos se los cuidan en la guardería.
Su equipaje se componía de tres maletas y una bolsa donde llevaba lo necesario para una estancia de diciembre a mayo; mientras esperaban impacientes el autobús, ella y su hija de cuatro años, mitigaron su sed con un refresco de cola.
En sus manos sostenía una copia de su credencial de elector y otra del acta de nacimiento, documentos que les solicitan a todos para emplearlos, aunque con ello deban pasar la Navidad y el Año Nuevo lejos de su familia.
“Nos vamos de aquí hasta mayo, no quisiéramos estar lejos de nuestro municipio, pero la falta de trabajo nos mueve, la grave necesidad que enfrentamos nos obliga a dejar atrás la tierra en la que nacimos”, puntualizó.
Mencionó que les duele más permanecer en la Sierra sin dinero para comer o ayudar a sus hijos que irse unos meses, por eso decidieron emigrar.
Ana, quien tiene sólo 20 años de edad, espera que les vaya bien.
La presencia de un hombre que se acercó a ella para solicitarle sus documentos, interrumpió la entrevista, le susurró algo al oído, entonces se levantó de la banca donde estaba sentada, tomó a sus hijos de la mano, cargó sus maletas, sonrió y se despidió de las personas.
