

Río de Janeiro.- La selección española está virtualmente en semifinales de la Copa de las Confederaciones, tras plasmar la abismal diferencia de calidad con Tahití en la mayor goleada de la historia de la competición y Maracaná, endosando diez tantos con Fernando Torres y David Villa como grandes protagonistas.
El nivel de España, campeona del mundo y de Europa, dependería de la motivación de los jugadores y de su hambre de mejorar sus números como internacionales. Para hacer partícipes a todos, Vicente del Bosque cambió por completo la cara del equipo titular. Tan sólo Sergio Ramos repetía y por obligación.
Avisó tanto España en la víspera de que el respeto a Tahití lo mostraría compitiendo y sin levantar el pie, que al final comenzó haciéndolo inconscientemente. Fue un duelo de profesionales contra aficionados. Tanta distancia entre dos selecciones, que la grada se lo tomó a broma. Abucheó a los españoles de salida y se volcó con la selección oceánica, la ‘cenicienta’ del torneo.
España dejó su nombre inscrito en la historia al firmar la máxima goleada en el mítico estadio y de la Copa de las Confederaciones.
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