
El Gobierno de Nicaragua tomó este martes el control de la ciudad de Masaya tras un intenso bombardero, de más de 7 horas, realizado sobre la comunidad indígena de Monimbó, y que dejó al menos 3 muertos.
“Cayó Masaya, todo está en silencio, los chavalos debieron abandonar las trincheras y huir, sus armas eran demasiado pesadas”, dijo a Efe una integrante del Movimiento 19 de Abril Masaya.
“Vamos avanzando en la liberación de nuestro territorio (…) Estamos asumiendo como gobierno la reconstrucción de la paz que nos quisieron arrebatar, un enorme reto, desafío y tenemos la confianza que lo vamos a lograr”, dijo la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, a medios oficialistas.
