
Córdoba.- “Se acaban las plegarias, pero no la delincuencia”, fueron las palabras del obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, tras la alta delincuencia que se vive en Córdoba.
El Obispo aludió que se continúa pidiendo y orando para que la paz regrese a la ciudad; sin embargo, es más que evidente que la delincuencia no concluye.
Con un semblante de cansancio ante la interrogante sobre los sucesos y ejecuciones en el Estado, principalmente feminicidios, Patiño Leal dijo que es lamentable que hasta los niños sean asesinados.
“Siempre hay tiempo para una conversión y por eso el Evangelio de hoy recuerda cómo la higuera que no daba frutos, el viñador le pide al dueño dame tiempo, vamos a mover la tierra, ayudarla a que crezca, que tenga el agua y los nutrientes para que el año que entre tenga frutos, ya si no cumple al año, pues la quitamos, eso sigue intercediendo ante el Padre por cada pecado y ante estas situaciones de tragedias, primero que nada debe haber un sentimiento de compasión en cuanto a solidarizarnos con las víctimas y sus familiares”, expresó.
Abundó que se pide por el eterno descanso de todos aquellos que han sido asesinados o víctimas de sucesos violentos, así como del pronto consuelo a las personas que han perdido a un familiar en ese sentido.
“Pero al mismo tiempo, no nos resignamos a que siga habiendo violencia, ya basta, es demasiado el tiempo que se ha venido alargando en cuanto a la inseguridad, la gente tiene derecho a una vida tranquila, en concordia, que pueda también hacer con ese ambiente, que se mejoren las situaciones económicas.
