

De la Redacción
el buen tono
XALAPA.- El ex fiscal general del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, acompañado de su esposa, Clemencia García, presentaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, esperando se haga justicia por la salvaje golpiza que recibió su hijo el pasado viernes 16 de septiembre, en Boca del Río, por parte de Macario Schettino Rodríguez.
“Venimos como padres a hacer las cosas bien, a reclamar justicia para mi hijo como lo haría cualquier madre para el suyo”.
“Entiendo la difícil situación para los padres de Macario, pero de verdad les juro que le haremos un favor, ya que si este muchacho no tiene un freno, un castigo ejemplar, lo que viene será catastrófico. Por ello, aunque hoy sea doloroso, en un futuro me lo agradecerán con creces”.
Dijo que van a continuar con este proceso hasta que Macario Schettino Rodríguez reciba el más ejemplar castigo, acorde a lo que la Ley marca para quien hace lo que él ha realizado con varios jovencitos, “incluso hemos recibido llamadas de padres agraviados de la Ciudad de México. Estamos en paz y en manos de Dios”, finalizó.
Y vaya que lo tendrá bien merecido, la sociedad espera que no exista juez que dispense al muchacho agresor, porque fue una salvajada de su parte, pegarle solo por ser el hijo de un papá que es abogado y que está haciendo justicia para otros jóvenes que por haberse defendido ahora tienen líos judiciales porque bien dice el dicho “el que las hace no las consciente” y esa vez fue Schettino quien los fue a
denunciar.
Comentan quienes lo conocen que a Schettino le gusta insultar, agredir física y verbalmente a todo aquel que le cae mal, pero si se defienden los acusa con su papá y los denuncia, como les hizo a los hermanos Zorrilla que sin ser llamados a declarar a la Fiscalía los judicializaron y los tienen ahí entrampados en un proceso lleno de irregularidades, con la mitad de las audiencias canceladas porque “no logran notificar a Schettino” y la otra mitad interminables…. Ha habido días que son las 11 pm y vienen saliendo de una audiencia ¡sin haber resuelto nada! Ahí en el Juzgado de La Toma.
Según el artículo 237 del Código de Procedimientos Penales, el tipo de lesiones que le infligieron a Bravo García se castiga hasta seis años de cárcel, con agravante en este caso de que el agresor es practicante de artes marciales, por lo que sus manos se convierten en armas y según especialistas, se configura una de las agravantes que contempla el Código, con lo que la sanción sería de hasta 10 años de la privación de la libertad.
