


Washington DC.- Estados Unidos y sus aliados árabes bombardearon ayer a Siria por primera vez, provocando la muerte de decenas de combatientes del Estado Islámico y miembros de un grupo separado vinculado a Al Qaeda, lo que abre un nuevo frente contra los militantes al sumarse a la guerra civil siria de tres años. En un cambio notable de alianzas en Oriente Medio, los ataques no encontraron objeción sino incluso señales de aprobación táctica- del Gobierno sirio del presidente Bashar al-Assad, que dijo que Washington le había notificado antes.


