

Región.- Olores, sabores y sonidos, son las sensaciones que dan la bienvenida a los muertos que han llegado desde el otro mundo para convivir con sus seres queridos (vivos), la tradición de poner un banquete hecho sólo para los fallecidos que mueren de hambre en los municipios de Amatlán, Atoyac, Paso del Macho, Camarón y Tepatlaxco, está muy arraigada y ha pasado de generación en generación.
En la casa del profesor Elías Rodríguez de Potrero Nuevo, la tradición de poner una ofrenda a los difuntos ha sido transmitida de padre a hijo y nietos, por lo que la mañana de ayer todos sus familiares se dieron cita para colocar los platillos que a sus fieles difuntos degustaban en vida, además de sus artículos más preciados por ellos.
En Amatlán de los Reyes, la tradición de los fieles difuntos une a las familias para colocar el altar, con flor de cempasúchil como adorno, calaveritas de azúcar y para darles la bienvenida el saumerio con piedras de incienso, para que las almas puedan llegar y degustar de la variedad de platillos servidos en la mesa.
En Tepatlaxco y Camarón de Tejeda, la tradicional ofrenda acompañada con cánticos para que los muertos gocen de esta fiesta tanto como los vivos.
Todos los habitantes de estos municipios visitaron ayer y también lo harán hoy, los diferentes panteones en donde colocarán algunos arreglos florales, además de pasarse con sus seres queridos un tiempo como cuando estaban con vida.
Raúl RodrÌguez
El Buen Tono
