Estados Unidos.- De acuerdo con una encuesta, la política del presidente Barack Obama de detener las deportaciones de los padres indocumentados de niños nacidos en Estados Unidos es popular, pero no su método de implementación.
Sólo 26 por ciento de los estadounidenses piensa que el plan de Obama para los inmigrantes fue demasiado lejos, mientras el 50 por ciento lo llamó correcto y el 22 piensa que aún no es suficiente.
De acuerdo con la encuesta realizada por CNN/ORC, cuyos resultados se dieron a conocer este miércoles, fue aplicada del 21 al 23 de noviembre a mil 045 adultos estadounidenses y con un margen de error de más menos tres por ciento.
Según el estudio, sólo el 41 por ciento dijo estar a favor de que Obama utilizara una orden ejecutiva para llevar a cabo la medida migratoria, mientras el 56 por ciento se opuso.
Pese al limitado apoyo a la acción de Obama, la encuesta muestra que a los republicanos tampoco les será fácil sacar ventaja del tema.
El 16 por ciento de los estadounidenses dijo estar enojado por la decisión de Obama, el 27 señaló estar disgustado, 25 aseguró que no le importaba y el 41 por ciento dijo estar satisfecho y entusiasmado al respecto.
El 38 por ciento de los encuestados aseguró que apoyaría una demanda de los republicanos contra Obama por su orden ejecutiva, mientras el 60 refirió que no deberían hacerlo.
El 76 por ciento de los encuestados coincidió en que los republicanos deberían pasar más tiempo analizando la reforma inmigratoria, algo que Obama ha señalado en varias ocasiones a sus críticos, principalmente en la Cámara de Representantes, mientras sólo el 21 por ciento dice que el partido debería enfocarse en retirar las políticas de Obama.
Legisladores y gobernadores republicanos han amenazado con responder a la medida tomada por Obama, entre ellos Greg Abbott, el gobernador entrante de Texas, quien dijo que anunciará un desafío legislativo a la orden ejecutiva de Obama en dos semanas.
La encuesta también encontró evidencia de que gradualmente se ha incrementado la aceptación de los estadounidenses por políticas que favorezcan a los inmigrantes indocumentados.
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