Agencia
Veracruz.- Conducir una motocicleta ofrece libertad y agilidad en el tráfico, pero también implica riesgos significativos. Uno de los principales factores que marcan la diferencia entre un accidente con consecuencias fatales y uno con lesiones menores es el uso del casco y la protección adecuada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso correcto del casco reduce en un 42% el riesgo de muerte y en un 69% la posibilidad de sufrir lesiones graves en la cabeza. A pesar de estas cifras, muchos motociclistas siguen ignorando esta medida de seguridad, ya sea por comodidad, descuido o incluso por falsas creencias sobre la conducción segura.
Además del casco, el uso de chaquetas con protecciones, guantes, rodilleras y botas especializadas puede disminuir considerablemente el impacto en caso de caída. En muchos accidentes, los motociclistas sufren fracturas, quemaduras por fricción y lesiones en extremidades debido a la falta de equipo adecuado.
En ciudades con alto flujo vehicular y carreteras en mal estado, la seguridad debe ser una prioridad. Las autoridades han implementado campañas de concientización, pero sin una cultura de prevención real, los accidentes seguirán cobrando vidas.
Usar casco no es solo una norma, es un acto de responsabilidad con uno mismo y con los demás en la vía. La seguridad nunca debe verse como una opción, sino como una necesidad innegociable.
