De la Redacción
El Buen Tono
Región.- Bajo consignas de salvar el caudal, decenas de ambientalistas, integrados en la Coordinadora en Defensa del Río Atoyac, realizaron ayer una caravana multitudinaria para denunciar el crítico estado de contaminación y abandono que sufre el afluente, históricamente vital para la región.
La movilización partió de la carretera a Potrero Nuevo, punto simbólico donde convergieron organizaciones sociales de este municipio, Amatlán, y Carrillo Puerto, unidas por un reclamo común: salvar al cuerpo de agua.
“El Atoyac agoniza. Lo que era un símbolo de identidad hoy es un foco de infección que amenaza la salud de nuestras comunidades y los ecosistemas”, expresó durante el acto un representante de la Coordinadora.
Los manifestantes insistieron en que, en los últimos días, la contaminación se agravó, con espumas tóxicas y olores fétidos que se extienden por kilómetros, afectando a pescadores, agricultores y familias que dependen del agua para subsistir.
Denunciaron que, el río, otrora fuente de vida, se convirtió en un “caño de aguas negras” debido al vertido indiscriminado de desechos industriales, aguas residuales sin tratamiento, y la holgazanería.
Destacaron la ironía del momento, es decir, el período de sequía se acerca, y también la reducción del caudal podría concentrar aún más los contaminantes.
“Por tres décadas, gobiernos y empresas miraron para otro lado. El deterioro es lento, pero imparable. Si no actuamos ahora, el río será un recuerdo”, advirtió una activista de Amatlán, que participó en la marcha.
