Luego de varios días de fuertes críticas y especulaciones en los pasillos de la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aclaró este martes que no tiene la intención de despedir al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, a pesar de los constantes choques entre ambos por la política de tasas de interés.
“No tengo intención de despedirlo”, dijo Trump con un tono inusualmente conciliador. “Me gustaría verlo un poco más activo para bajar las tasas porque es el momento perfecto para hacerlo”, agregó, sugiriendo que Powell debería actuar con mayor agresividad en favor del crecimiento económico.
La declaración de Trump llega tras días de tensión en los que, según Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, el presidente y su equipo evaluaban seriamente la posibilidad de destituir a Powell. El jueves anterior, el mandatario fue tajante: “No estoy contento con él. Se lo hice saber y si quiero que se vaya, se irá de allí muy rápido, créanme”.
¿Podría Trump realmente despedir a Powell?
Aunque Trump designó a Powell en 2018 para liderar la Fed, la ley no le permite destituirlo a voluntad. Para que el jefe del banco central sea removido, se debe probar que ha cometido una falta grave, lo cual convertiría el proceso en una larga y compleja batalla legal y política.
La tensión escaló luego de que Powell advirtiera que los aranceles impuestos por Trump a productos extranjeros —con un mínimo universal del 10%— podrían generar un aumento temporal en la inflación, un comentario que no fue bien recibido por el presidente.
¿Choque de poderes o estrategia política?
La pugna entre la Casa Blanca y la Fed revive el eterno debate sobre la independencia del banco central. Mientras Trump busca una política monetaria más laxa para estimular la economía, Powell ha optado por una postura más cautelosa ante los riesgos inflacionarios.
Por ahora, Trump parece haber bajado la guardia. Sin embargo, la presión sobre Powell no ha terminado, y los mercados financieros seguirán atentos a este tenso pulso entre dos de las figuras más influyentes de la economía estadounidense.
