Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- Un grupo de comerciantes de elotes que tradicionalmente venden sus productos en el atrio de la Catedral de San Miguel, denunciaron haber sido excluidas arbitrariamente por Rosario Ramírez Abad, encargada de cobrar los permisos para ocupar el espacio, pero ahora sólo permite vender a cuatro de sus allegadas.
Aseguran que todo comenzó previo a Semana Santa, cuando ante la alta demanda solicitaron un permiso especial al ayuntamiento para vender en la plazoleta de Santa Cecilia, acción que molestó a Ramírez Abad, quien buscaba cobrarles mil pesos a cada una, por el permiso de venta en ese periodo. Al no poder hacerlo, decidió castigarlas prohibiéndoles regresar al atrio.
Refirieron que Rosario les informó que el padre Demetrio Landa González les mando a decir que no pueden volver a vender hasta que él hable con ellas, pero no les ha dado fecha, y aunque han intentado acercarse para dialogar y pedir explicaciones, se los han impedido, mientras, Rosario sólo deja trabajar a sus favoritas.
Hasta ahora, las comerciantes siguen sin poder trabajar en un lugar que ha sido su fuente de ingreso por años, por lo que exigen que el párroco intervenga para que les explique el verdadero motivo por el que supuestamente él dio la orden de que ya no podían vender dentro del atrio.
