
De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Bajo la justificación del “progreso urbano”, el ayuntamiento de Orizaba continúa con una política de ecocidio que convierte a la ciudad en paisajes grises, principalmente por qué está dominado por cemento y losetas.
Esta semana, vecinos denunciaron la tala de palmeras en el cruce de Poniente 7 y Sur 10, realizado por personal municipal, donde avanza la construcción del camellón y nueva glorieta, un proyecto que se suma a una larga lista de intervenciones cuestionables que privilegian la infraestructura dura sobre los espacios verdes.
Sin embargo, esta no es una obra aislada, pues también se encuentra la reciente remodelación del Parque López y de áreas verdes vecinales que han seguido un patrón recurrente, la tala sin estudios de impacto ambiental, sin planes de reforestación y sin consulta ciudadana, pasando áreas verdes a zonas de cemento.
Desde hace meses, los ciudadanos han denunciado cómo árboles centenarios y vegetación joven son derribados por personal municipal, evidenciando que para la administración municipal, la vida vegetal no tiene valor.
