
De la redacción
El Buen Tono
Mientras los habitantes de Comapa enfrentan la escasez de agua potable y deben cargar cubetas para poder sobrevivir, la candidata del PAN a la presidencia municipal, Nora Jessica Lagunes Jáuregui, exhibe en su más reciente spot publicitario algo mucho más sofisticado: una pulsera Farfetch de 18 kilates, valuada en 243 mil 680 pesos. En una región donde el acceso al agua es cada vez más limitado, la ostentación de una joya de lujo no solo resulta inoportuna, sino también profundamente insensible a las realidades que viven a diario los ciudadanos.
Este detalle, aparentemente trivial, no pasó desapercibido para quienes observan de cerca la gestión de la familia Lagunes Jáuregui. En lugar de ofrecer propuestas claras sobre cómo mejorar la infraestructura básica de Comapa, el lujo se convierte en el protagonista del mensaje, como si la vida de los habitantes del municipio dependiera más de las joyas que del acceso a servicios fundamentales como el agua.
La administración de Gabriel Lagunes Jáuregui, hermano de la candidata, ha sido particularmente criticada por su inacción ante la grave crisis hídrica. En Comapa, abrir la llave y encontrar agua potable es una rareza. Las obras de infraestructura, como la rehabilitación del tramo Coyol-El Jobo, se han quedado lejos de cumplir su propósito, mientras que otras obras prometidas en zonas como San Felipe-El Coyol y Soledad de Doblado siguen inconclusas, a pesar de las millonarias inversiones.
Pero no solo es la falta de agua lo que preocupa a los comapeños. La esposa del alcalde, Pina Mejía, presidenta del DIF municipal, también se ha visto envuelta en la polémica por haberse sometido a una cirugía estética facial valorada en casi 200 mil pesos. Este tipo de gastos, ajenos a las necesidades apremiantes de la población, siguen consolidando la percepción de que la familia Lagunes Jáuregui ha hecho del presupuesto público una extensión de su estilo de vida personal y lujoso, ajeno a las preocupaciones de la comunidad.
En lugar de priorizar el bienestar de los ciudadanos, la familia en el poder parece estar más preocupada por mantener su imagen de lujo y opulencia. Mientras algunos luchan por obtener lo más básico, como el agua, otros ostentan joyas y financian tratamientos estéticos.
