De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Lo que el gobierno municipal presumió como una obra “para durar 100 años” hoy exhibe grietas que van más allá del asfalto. El deslave registrado en el bulevar Tratados de Córdoba tras las primeras lluvias fuertes de la temporada no sólo expuso fallas estructurales, sino también una red de conexiones políticas y empresariales que ciudadanos y opositores señalan como origen del problema: la constructora detrás del proyecto, vinculada al empresario Luis Abella socio y allegado del candidato a la alcaldía Manuel Alonso Cerezo
La obra, ejecutada formalmente por el contratista Emigdio Morán, con escasa trayectoria en proyectos de esta magnitud, colapsó parcialmente en un tramo cercano al socavón, apenas semanas después de su inauguración.
Vecinos documentaron cómo la tierra cedió, arrastrando parte del pavimento y dejando al descubierto tuberías mal instaladas y bases de concreto aparentemente frágiles. “Prometieron seguridad, pero con el primer aguacero se desbarrancó. Esto es un peligro”, denunció un habitante de la zona bajo anonimato.
Frente a las críticas, el alcalde Juan Martínez Flores aseguró “Son ajustes menores. No hay daños estructurales”, insistió atribuyendo las quejas a “detractores pagados”. Sin embargo, la versión oficial choca con investigaciones periodísticas que vinculan a Morán con Luis Abella, empresario local señalado por operadores políticos como cómplice en esquemas de lavado de dinero para beneficiar la campaña de Manuel Alonso Cerezo, candidato de Morena y supuesto socio de Abella en negocios inmobiliarios.
Aunque el ayuntamiento adjudicó formalmente el proyecto a Morán, fuentes cercanas al proceso revelan que la constructora operaría como testaferro de Abella.
Estas acusaciones coinciden con señalamientos de rivales políticos: Morena, dicen, ha impuesto candidatos con vínculos a grupos económicos que operan en la opacidad. No es casualidad que la obra fracasada sea de un contratista fantasma ligado a Abella, quien a su vez está coludido con Alonso.
