Agencias
El secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro López Obrador, fue duramente cuestionado por los pobladores de Balancán, quienes lo señalaron de “buitre” tras una reunión con autoridades y estudiantes del Instituto Tecnológico Superior de los Ríos (ITSR), que se mantiene en paro desde principios de abril. Los estudiantes acusan abuso de autoridad, nepotismo y acoso sexual dentro de la institución, y las protestas no se hicieron esperar al término de la reunión. En videos difundidos en redes sociales, se observa al funcionario saliendo del edificio mientras una multitud lo increpa, coreando “¡Buitre, buitre, buitre!”.
Este incidente se da en un contexto de creciente descontento con el gobierno estatal, exacerbado por las recientes declaraciones de López Obrador, quien calificó de “buitres” a los medios de comunicación al ser cuestionado sobre la ola de violencia que afecta al estado. El secretario de Gobierno había respondido de manera tajante, pidiendo a los periodistas centrarse en “noticias buenas de Tabasco”, tras ser interrogado sobre los 10 asesinatos ocurridos el 7 de mayo en Villahermosa.
La tensión en el ITSR ha ido en aumento desde que los estudiantes iniciaron el paro en demanda de respuestas a los problemas señalados. La reunión con López Obrador, realizada en el municipio de Balancán, buscó ofrecer soluciones a las demandas presentadas en un pliego de 12 puntos por los estudiantes y el personal docente. A pesar de que se discutieron posibles resoluciones, no se han revelado detalles específicos sobre los acuerdos alcanzados. Según fuentes cercanas al gobierno, se plantearon dos puntos clave: el retiro de las demandas interpuestas contra los involucrados en el conflicto y la reanudación de la mesa de diálogo.
El ambiente de frustración y desaprobación hacia la gestión de López Obrador no parece aliviarse, mientras que el paro en el ITSR sigue sin resolverse de manera satisfactoria para los manifestantes. Este episodio refleja la creciente tensión en Tabasco, donde las autoridades enfrentan críticas tanto por la gestión de la violencia como por la falta de respuestas ante las demandas sociales.
