Agencias
México.- México atraviesa una intensa ola de calor que afecta a 20 estados del país, con temperaturas que superan los 45 grados Celsius. En la Ciudad de México se han registrado hasta 32 grados, y se espera que julio traiga la canícula, un periodo aún más caluroso que eleva la alerta por sus posibles efectos en la salud, el medio ambiente y la seguridad hídrica.
Expertos como el ingeniero Carlos Álvarez advierten que la crisis climática es consecuencia de la falta de acción global para reducir emisiones. El especialista criticó decisiones como la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París y la priorización de proyectos contaminantes en México. De no revertirse estas políticas, podríamos llegar pronto a un punto de no retorno climático.
La situación se agrava por la pérdida masiva de áreas forestales en el país, con una deforestación estimada en 120 hectáreas por hora. Casos como el de Chihuahua, donde se perdieron 31 mil hectáreas en cuatro días, evidencian la urgencia de implementar acciones de reforestación. Además, la falta de cobertura vegetal intensifica la sequía y las olas de calor.
México también encabeza el ranking mundial en incendios forestales, muchos de ellos provocados. La reacción tardía ante estos siniestros empeora el panorama. A pesar de contar con leyes ambientales y compromisos internacionales, su aplicación ha sido deficiente. Se requiere una acción urgente del gobierno y de la sociedad para frenar el deterioro ambiental.
Otros desafíos incluyen el manejo deficiente de residuos y la escasez de agua. México desperdicia millones de metros cúbicos de agua de lluvia por falta de infraestructura adecuada. En este contexto, las autoridades exhortan a la población a tomar medidas preventivas: hidratarse, evitar exposición prolongada al sol y cuidar a los sectores vulnerables, especialmente ante el riesgo de golpes de calor y enfermedades gastrointestinales.
