

De la redacción
El Buen Tono
Córdoba, Ver.- Indignación, impotencia y desesperación es lo que viven pacientes con cáncer en el IMSS de Córdoba, donde desde hace semanas no hay medicamentos oncológicos y tampoco se están entregando vales para comprarlos fuera. Quienes necesitan quimioterapia o tratamientos específicos están siendo obligados a suspender sus dosis… y con ello, están siendo empujados al abismo.
“Esto no es un error administrativo, esto es un crimen. Están dejando morir a mi madre”, denunció una mujer a las afueras del hospital general de zona, al borde del llanto. “El cáncer no espera, no da tregua, y aquí lo único que hacen es lavarse las manos y decir que ‘no hay’.”
Los medicamentos sí existen en las farmacias del país, pero no en el IMSS. ¿Por qué? Porque no los pagan. Porque el presupuesto no alcanza. Porque entre lo que se roban y lo que desvían a programas sociales clientelares, no queda nada para los enfermos reales. “Seguramente prefieren seguir repartiendo dinero a gente que ni trabaja ni estudia, mientras los pacientes con cáncer agonizan”, acusó otro familiar, visiblemente enojado.
Este caso no es una anécdota, es un ejemplo de lo que pasa cuando el sistema de salud se deja colapsar por corrupción, ineptitud y prioridades políticas perversas. No hay justificación para que un enfermo oncológico quede sin tratamiento. Ninguna.
La omisión del IMSS no solo representa negligencia, sino una sentencia de muerte. “Nos están condenando a morir poco a poco, sabiendo que hay medicina, pero que aquí no la quieren comprar. No hay vales, no hay soluciones, no hay humanidad”, reclamó una paciente que lleva más de un mes sin tratamiento.
