De la Redacción
El Buen Tono
Yanga.- El debate entre aspirantes a la presidencia municipal resultó ser una decepción monumental.
Lo que debió ser un ejercicio democrático para contrastar ideas y propuestas, terminó como una vergonzosa exhibición de ignorancia, falta de preparación y discursos vacíos que ofendieron la inteligencia del electorado.
Uno de los episodios más bochornosos lo protagonizó Daniel Rosas “El Yambo”, quien fue sorprendido recibiendo indicaciones externas durante el evento.
Aún con ayuda, fue incapaz de leer con claridad o hilar ideas coherentes.
Su desconocimiento de los temas fue tan evidente como su desconexión con las preguntas.
Se limitó a frases vacías en tono populista, que lejos de generar confianza, dejaron claro que no tiene ni la mínima preparación para gobernar.
Johanna, del Partido Verde, mostró que tener propuestas en papel no basta cuando se es floja para sostenerlas en público.
Dependiente de su guión, fue reprendida por leer en dos ocasiones y, cuando se vio obligada a responder sin ayuda escrita, se hundió en incoherencias. Su participación dejó al descubierto que no está lista para ejercer un cargo de esta magnitud.
Rafael, del PRI, a pesar de presumir estudios en Ciencias Políticas, se mostró torpe, nervioso y ajeno a la dinámica de un debate.
Leyó cada intervención y sus ideas, lejos de ser innovadoras, rayaron en la fantasía.
La falta de espontaneidad y argumentos sólidos hicieron de su participación una decepción total para los electores locales.
Jessica Luna recitó discurso aprendido. Sin embargo, su historial familiar y los señalamientos sobre vínculos con la delincuencia la persiguen.
Aunque negó todo durante el debate, la percepción pública es clara: su nombre no representa confianza, y su candidatura está manchada desde el origen.
El pueblo será quien tenga la última palabra el próximo 1 de julio, indicaron analistas.
