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Crimen cobra facturas; pactos rotos

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Agencias

CDMX.- Los recientes asesinatos de Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, colaboradores cercanos a Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, han encendido las alarmas por la crudeza del ataque y por su similitud con los crímenes que en 2021 cobraron la vida de José Escamilla y Grodetz Ríos, aliados clave del alcalde de Córdoba, Juan Martínez Flores.  

En Córdoba, en 2021, el regidor José Escamilla fue acribillado a balazos dentro de su auto en el fraccionamiento Nuevo Elizabeth; y Grodetz Ríos, coordinador del PT en la zona, fue asesinado en Santa Lucía.

En la CDMX, Ximena Guzmán (secretaria personal de Brugada) y José Muñoz (asesor) fueron emboscados por un sicario en moto en la Calzada de Tlalpan.  

El ataque ocurrió mientras transcurría la conferencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, cuando daba el informe de Seguridad, acompañada del fiscal general, Alejandro Gertz Manero, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, entre otros.

Politólogos coinciden en que “cuando políticos hacen acuerdos con el crimen y luego intentan romperlos, las represalias suelen ser contra su círculo íntimo. No matan al funcionario, pero ejecutan a sus aliados, como un mensaje”. Esto significa que el alcalde de Córdoba y la jefa de Gobierno de la CDMX hicieron acuerdos con el crimen que después quisieron romper, y por eso les asesinaron a sus colaboradores.

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