AGENCIA
EdoMex.- Aunque la gobernadora Delfina Gómez Álvarez encabezó con bombo y platillo la entrega de 200 patrullas, 50 motopatrullas, seis drones, 300 chalecos y nuevos uniformes para la Guardia Municipal de Naucalpan -como parte de la llamada “Estrategia Operativa Oriente”-, la realidad es que todo ese equipamiento no tendrá el impacto esperado si no se acompaña de una verdadera y constante capacitación a los cuerpos policiales.
Según la mandataria, esta estrategia, impulsada también por la presidenta Claudia Sheinbaum, ya ha derivado en más de 27 mil acciones en favor de la seguridad en 11 municipios. Y aunque el despliegue de recursos es notable, el verdadero reto sigue sin resolverse: profesionalizar a los elementos policiacos, depurar corporaciones infiltradas por la corrupción y garantizar que los derechos humanos se respeten en cada operativo.
De nada sirve tener patrullas nuevas, drones de última generación o chalecos relucientes si los policías no saben cómo actuar ante una crisis, cómo acercarse a la ciudadanía o cómo actuar con legalidad.
El propio alcalde Issac Montoya fue elogiado por sus esfuerzos en rehabilitar espacios públicos y transparentar recursos, lo cual es positivo. Sin embargo, la seguridad pública no se sostiene con imagen, sino con resultados: disminución real de delitos, detenciones con apego a la ley y confianza ciudadana.
Mientras las autoridades presuman números y patrullas, el pueblo sigue preguntándose si, cuando marquen al 911, llegará alguien que realmente sepa qué hacer. La seguridad no se compra con uniformes nuevos, se construye con policías preparados.
¿Y ya para qué le invierten, si están bien coludidos con la delincuencia? ¡Los dejan actuar porque les reparten el botín de los asaltos! Sólo compran para gastarse el dinero inflando precios para desde ahí empezar a robarle al país.
