Amatlán.- En un acto que ha levantado sospechas de represalia política, el presidente municipal Luis Arturo Figueroa Vargas despidió este lunes a cinco empleados de confianza, entre ellos personal del Departamento de Desarrollo Social y el contralor municipal. Los afectados denuncian que la medida fue abrupta y carente de justificación, señalando que coincide con la reciente derrota electoral de Daniela Alfaro Canseco, esposa del alcalde y candidata del Partido del Trabajo (PT) en los comicios del pasado domingo.
Según versiones de los empleados, recibieron la notificación a través del área jurídica del Ayuntamiento, informándoles que su relación laboral terminaba “de manera inmediata”, sin mediar explicación formal.
“Nos dijeron que ya no regresáramos, que no había más que hablar. Esto es un castigo por no haber apoyado su campaña”, declaró uno de los despedidos.
