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Veracruz.- La vergonzosa incorporación de los Yunes —una familia que representa todo lo peor de la política veracruzana: corrupción, nepotismo y saqueo— a la bancada de Morena en el Senado ha causado un profundo repudio y desencanto entre sus militantes, quienes no dudan en calificar esta alianza como una traición a los principios y a la dignidad del partido.
En municipios como Alvarado, militantes morenistas condenan enérgicamente esta decisión, pues “los Yunes apestan y son una basura que jamás ha representado ni representará a Veracruz”, señaló un militante que prefirió mantener el anonimato. “¿Cómo es posible que abran las puertas de Morena a estos parásitos que durante años se enriquecieron a costa del pueblo y lanzaron insultos infames contra nosotros? No comparten ni un solo ideal de justicia ni cambio verdadero, solo buscan mantener privilegios.”
La entrada de estos personajes desprestigiados y despreciados por la mayoría de los veracruzanos no solo fractura al partido, sino que también erosiona la confianza y compromiso de sus bases, reflejándose en una participación ciudadana desastrosamente baja —en algunos municipios, ni siquiera el 30% de la gente salió a votar—. Este rechazo popular es una clara muestra de que Morena pierde identidad y credibilidad al aliarse con quienes han saqueado al estado impunemente.
Analistas políticos advierten que esta unión con los Yunes es un suicidio político para Morena, pues no solo se entrega al oportunismo más ruin, sino que pone en riesgo la posibilidad de transformar Veracruz, un estado que ha sufrido décadas de gobiernos podridos y corruptos bajo su sombra. Mientras tanto, los militantes y simpatizantes honestos ven cómo sus ideales son pisoteados por quienes prefieren pactos sucios antes que defender al pueblo.
