Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La jornada electoral del pasado domingo 1 de junio en Veracruz dejó al descubierto un fenómeno que supera cualquier resultado partidista: la profunda apatía ciudadana. Menos de la mitad del electorado acudió a votar, convirtiendo al abstencionismo en el verdadero protagonista de este proceso. Esta falta de participación refleja un mensaje contundente de descontento y desconfianza hacia las estructuras políticas tradicionales, consideró el presidente del Consejo Representativo de Iglesias Evangélicas del Estado de Veracruz (CRIEV), Alfredo Luna Murillo.
En un pronunciamiento oficial, el representante del CRIEV destacó que la democracia no solo se construye con votos, sino también con las ausencias que hablan por sí solas. “La voz del pueblo se expresó desde el silencio en las urnas, y ese silencio también comunica”, afirmó.
Subrayó que, a pesar del llamado previo a votar con discernimiento, una parte importante de la población decidió no participar, lo cual obliga a una reflexión profunda sobre el rumbo del estado. “El mensaje es claro: hay un hartazgo evidente hacia los gobiernos identificados con el partido guinda, que perdieron presencia en distintas regiones del estado”, indicó.
