

De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- El reciente triunfo del ilegítimo e impugnado Manuel Alonso Cerezo en la contienda ha desatado una ola de críticas al interior de Morena, donde militantes como Rubén Ríos Uribe califican como ajena a los principios del movimiento. Las acusaciones apuntan a un proceso antidemocrático, donde las bases no fueron consultadas, y a un presunto pacto con sectores empresariales y exmiembros del PRI y PAN.
Con un abstencionismo récord del 63%, sólo el 37% de los ciudadanos acudió a las urnas, la elección del candidato vinculado al crimen organizado Manuel Alonso Cerezo, ha sido señalada como un “fracaso para la democracia” por sectores de Morena.
Las críticas se centran en el origen del candidato, surgido de las filas del PRI y con apoyo del PAN, lo que para los morenistas representa una contradicción frente al discurso de “regeneración nacional”. “Será un gobierno empresarial con actores del PRI y PAN, pero no de las bases de Morena”, afirmó Rubén Ríos, quien también denunció la exclusión de los militantes locales durante el proceso: “Las bases en Córdoba estamos excluidos desde la candidatura. Obvio, será un gobierno impopular”.
La falta de respaldo orgánico se suma a las dudas sobre la representatividad del futuro gobierno.
Alonso, quien logró imponerse pese a las resistencias internas, enfrenta ahora el desafío de gobernar en un clima de desconfianza. “Durante su gestión, ¿todo Morena lo respaldará?”, cuestionó Ríos, anticipando una fractura política.
Analistas locales coinciden en que el alto abstencionismo refleja el desencanto ciudadano hacia una elección percibida como impuesta desde cúpulas partidistas y económicas. “Definitivamente será un gobierno empresarial y no representativo ni popular”, sentenció el militante, resumiendo el malestar que podría traducirse en movilizaciones o resistencia pasiva durante la administración entrante.
