

Sandra González
El Buen Tono
Río Blanco, Ver.- En el festival del surrealismo gubernamental, Río Blanco se llevó la ovación de pie, aunque no haya dónde pararse, gracias a su novedosa estrategia urbana; es decir, dejar que el pasto se coma las banquetas.
Bajo la dirección del alcalde Ricardo Pérez García, este municipio alcanzó niveles de abandono que provocan en la ciudadanía entre risa y preocupación. Durante un recorrido de El Buen Tono, se constató que en varios tramos de la avenida Camino al Deportivo, a unos metros de la más importante del municipio qué es Camino Nacional, las banquetas brillan por su ausencia… o mejor dicho, están sepultadas bajo la maleza.
