

El panorama político colombiano se estremece tras el violento atentado sufrido por el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, quien permanece en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Fundación Santa Fe. El dirigente del partido opositor Centro Democrático fue atacado el pasado sábado durante un acto de campaña en un parque de Bogotá, recibiendo dos disparos en la cabeza y uno en la rodilla.
Según el último parte médico, el paciente ha mostrado una “escasa respuesta” a los tratamientos médicos, y su estado sigue siendo de “máxima gravedad”. La situación ha encendido las alarmas en el escenario político, ya que Uribe es una de las principales figuras de la oposición y uno de los aspirantes más visibles de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
Un menor como presunto atacante
Las autoridades capturaron a un adolescente de 15 años, señalado como el presunto autor del ataque. La fiscal general Luz Adriana Camargo explicó que el menor podría enfrentar hasta ocho años de privación de libertad, aunque no en un centro penitenciario convencional, debido a su edad.
Camargo también reveló que el joven fue herido en una pierna antes de ser detenido y que será interrogado tras su recuperación. Una de las hipótesis más preocupantes sugiere que el atacante fue reclutado por una red de sicariato que utiliza menores de edad para ejecutar crímenes por encargo.
Una pistola de Estados Unidos y móviles aún inciertos
El director de la Policía Nacional, general Carlos Triana, informó que la pistola usada en el atentado, una Glock adquirida legalmente en Arizona (EE.UU.) en 2020, fue introducida de manera aún no esclarecida al territorio colombiano.
Las motivaciones detrás del ataque siguen bajo investigación. Según el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, una de las hipótesis apunta a un mensaje dirigido contra el partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe, quien también denunció haber sido blanco de amenazas según informes de “inteligencia internacional”.
Otra posibilidad que se baraja es un intento de desestabilizar al gobierno del presidente Gustavo Petro, en medio de una creciente polarización entre las fuerzas de izquierda y derecha.
Seguridad reforzada y elecciones en la mira
A raíz del atentado, el general Triana anunció el refuerzo de la seguridad para al menos 30 aspirantes presidenciales, en un esfuerzo por garantizar el desarrollo democrático del país en el camino hacia las elecciones de 2026. La primera vuelta está prevista para el 31 de mayo, y una eventual segunda, para el 21 de junio.
Uribe, quien oficializó su candidatura en octubre de 2024, era hasta ahora una de las voces más activas en la oposición. Su posible ausencia en la contienda añade incertidumbre a un proceso electoral que ya se vislumbra como uno de los más tensos en la historia reciente del país.
